sábado, 14 de diciembre de 2019

OXIGENOTERAPIA

Hola, muy buenas y bienvenidos de nuevo.
Esperamos que estéis aprendiendo mucho con nosotras.

En la entrada de hoy trataremos un tema de gran importancia: La oxigenoterapia

La oxigenoterapia es una medida terapéutica que consiste en la administración de oxígeno a concentraciones mayores que las que se encuentran en el aire  del ambiente, con la intención de tratar o prevenir los síntomas y las manifestaciones de la hipoxia. Se considera oxigenoterapia a la administración de forma artificial de oxígeno a partir del 26%.

Es una terapia que no sustituye en modo alguno al resto del tratamiento y cuyos beneficios se miden a largo plazo; normalmente a uno de cada tres pacientes al cabo de tres meses se le retira el oxígeno porque ya no lo necesita.

El oxígeno en dosis recomendadas no es tóxico, pero si este aumenta pueden aparecer graves problemas, por eso ni el paciente ni los cuidadores deben aumentar el flujo de oxígeno, y en caso de que el paciente empeore se debe avisar al médico.
Bala de oxígeno

Hay dos formas de administrar oxígeno. Mediante un concentrador de oxígeno, el cual es más económico y permite una mayor autonomía, ya que solo necesita una fuente de energía eléctrica y toma aire del ambiente. El otro modo es mediante una bala de oxígeno; esta es la forma más cara de administrar oxigenoterapia, y además, no es portatil (consta de un calibrador para ajustar la presión a nivel útil, un caudalimetro para el flujo de oxígeno en litros por minuto y un humidificador). 


Por otro lado, algunos de los sistemas de liberación de oxígeno son:
    Mascarilla sin reservorio
    de volumen variable
  • La sonda transtraqueal. Esta sonda es insertada  en la traquea a través de la boca. Se usa en casos muy concretos, como en pacientes con flujos continuos bajos y que están inconscientes.
  • Las mascarillas. Es un método incómodo y fácil de soltar durante el sueño, el cual consume mucho oxígeno e impide comer al paciente. El oxígeno que suministra se mezcla con el aire del ambiente. Las mascarillas pueden ser con reservorios o sin ellos, y con ellas se puede administrar medicación mediante nebulización.
    Gafas nasales
  • Las gafas nasales. Es el método más cómodo. Con ellas, el oxígeno es liberado por dos tubos que se colocan en las fosas nasales. Su uso es preferible al de la mascarilla, aunque también tiene inconvenientes, ya que solo pueden administrar oxígeno a bajo flujo (unos 4l/min) ya que administra oxígeno puro y normalmente, cuando inspiramos aire, tan solo el 21% corresponde a oxígeno; y requiere unas precauciones: cuidar la presión de las gafas nasales, colocar gafas en la parte superior de las orejas para evitar úlceras y movilizar los tubos habitualmente.

Advertencia: Los pacientes no deben de dejar de recibir el tratamiento de oxigenoterapia ni siquiera al dormir, a no se de que lo paute el médico, el cuál debe prescribir también el flujo de oxígeno que se le administra e incluso, el sistema de liberación.

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